Hace ya siglos, aunque sean un par de meses sobre el papel, tuve la suerte de hablar sobre el modelo de innovación español en el IV Café y Finanzas, donde se generó un interesante y sano debate sobre nuestro mnodelo productivo y de I+D+i.
Aprovechando la sugerente serie de post de David Cierco bajo el título de "Cambiemos el modelo productivo de España", y en concreto una respuesta que le he dejado en uno de los post, adjunto los puntos más relevantes de mi opinión al respecto.
Los que estuvisteis en la charla del C&F encontraréis muchas de las ideas lanzadas, por lo que sería genial que participárais en la discusión.
"Para empezar, y sobre uno de los puntos clásicos de todos los programas políticos, los centros tecnológicos, hay que quitarse la máscara. Ya se han intentando lanzar polos de crecimiento en zonas españolas (Málaga, País Vasco, Huesca, etc.) con la "excusa" de la tecnología, y han sufrido varios problemas:
- Exceso de protagonismo político, que ha hecho que todo el proceso se quede en la foto del día de la inauguración.
- Exceso de localismo, sin una coordinación nacional clara, y con un intento de la CA correspondiente por arrimar el ascua a su sardina. El modelo federal que propones es interesante, pero quedaría ver cómo coordinar los esfuerzos. Cuántos centros de excelencia para la TDT se han creado en España en los últimos años, por ejemplo?
- Inexistencia de un proyecto tecnológico y de cambio claro: al final se han sumado las grandes empresas (porque tiene que llevarse bien con las administraciones correspondientes), pero no hay proyectos realmente innovadores, internacionalmente relevantes y que generen un movimiento real en la industria española.
Por otro lado, creo que se está perdiendo de vista algunas cosas importantes en esto del cambio del modelo productivo:
- No se ataca de forma valiente la modernización de la PYME. Hay iniciativas claras, pero muy concretas y basadas en el cacharro, no en el proceso (para entendernos, se les da un PC a las empresas, pero no se les enseña cómo cambiar sus procesos de negocio).
- De hecho falta formación empresarial. Los empresarios españoles han evolucionado a golpe de riñón, pero (y lo digo por cruda experiencia) el empresario medio gestiona su empresa por instinto.
- El modelo basado en subvenciones, tal como se ha desarrollado en España, se ha quedado obsoleto, y se ha demostrado que si no se acompaña de otras medidas de estímulo, es un freno a la evolución y la productividad de la empresa española. Además se ha terminado pervirtiendo, y sirve para lavar las cuentas de grandes empresas que se pueden permitir el lujo de dedicar recursos a preparar y maquillar los informes correspondientes para conseguir las subvenciones.
- Por último (por no molestar más), el modelo del ladrillo ha contaminado casi todas las iniciativas de I+D+i de este país. Es escandaloso que se compute como inversión en I+D+i la construcción del CAT de Segovia, o la remodelación de la nave que acogerá la Catedral de las Tecnologías de Madrid (por poner tan sólo dos ejemplos cercanos en el tiempo).
Creo que el objetivo está claro: el cambio del modelo productivo. Todos tenemos más o menos claro que es vital para nuestra supervivencia en la élite de los países desarrollados. Pero por el momento nos hacemos trampas al solitario."
2 comentarios:
No puedo estar más de acuerdo, al fin y al cabo lo que falta es mercado, y si se quiere hablar de la situación española, pues mercado español.
Me temo que dejáis de lado el factor cultural/educacional. Sigue habiendo una inmensa mayoría de gente que a lo que aspira es a ser funcionario y en caso de no lograrlo a trabajar en una cadena de montaje pero con beneficios de funcionario. Con "este" tipo de músculo la gente que de verdad vale (los que pueden aportar y mejorar) no se involucran en proyectos innovadores ni los arrancan ellos mismos, pues se vive mejor con un buen sueldo y sin demasiadas complicaciones...
Lo malo de esto es que las administraciones contra esto poco pueden hacer. El problema tiene demasiados frentes como para resolverse a corto/medio plazo.
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