Las dificultades de la TDT en España

Los planes de implantación de la TDT en España contemplan que, a partir del 3 de abril de 2010, se termine cualquier tipo de emisión en formato analógico, lo que se ha dado en llamar el Apagón Analógico.

Sin embargo en el camino hacia esa fecha los diferentes participantes en este sector (Administraciones locales y nacionales, empresas de contenidos y de tecnología) se está encontrando con algunas dificultades importantes:

* Concesión de licencias: el modelo de concesión de licencias, transferido a las administraciones locales, no está funcionando de manera homogénea en todo el territorio, y mientras algunas CCAA tienen ya adjudicadas las licencias, otras han congelado el proceso.

* Generación y disponibilidad de contenidos: en la actualidad las cadenas existentes presentan un modelo de emisión similar al de la analógica, sin incorporar aplicaciones de valor añadido ni contenidos adaptados al canal. No se está creando contenido específico para el medio y no se aprovecha el potencial del mismo.

* Disponibilidad de decodificadores interactivos: en paralelo con el punto anterior, la distribución de decodificadores y TV adaptadas a la TDT, impulsada por el Gobierno Central, sin embargo no contempla el que los aparatos tengan capacidades interactivas. Es de destacar que en todo caso la práctica totalidad de TV se venden en la actualidad con el decodificador incorporado.

* Competencia de formatos y medios alternativos: en el lento proceso, están triunfando otras maneras de distribuir contenidos, entre las que destaca la TV por Internet.

* El modelo de negocio: desde el lado de la empresa, otro de los apartados que frena la explosión de la tecnología es la ausencia de un modelo claro de negocio que haga sostenible el lanzamiento de servicios alrededor de la TDT. Esto incluye la configuración del pago por visión, el modelo publicitario, etc. Tampoco ayuda mucho la ausencia de leyes claras y concisas al respecto.

Lo cierto es que, aunque se entiende que la TDT es un camino obligado, su impacto será posiblemente menos importante de lo que se espera. Es probable que para cuando se hayan empezado a lanzar los primeros proyectos serios, sea demasiado tarde.